Egan Bernal tiene una buena noticia, recupera su nivel de antes, los números lo avalan y se podría decir que la rehabilitación física ha terminado y es un éxito total, a todas luces algo positivo, pero que encuentra con un lío, inesperado que tiene resolver cuanto antes.
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Antes de iniciar, invitamos a nuestros colegas (especialmente los de Antena 2, Infobae y Semana), aquellos que visitan esta página a citarnos en las respectivas notas cuyos temas de análisis o estadísticas nacen de esta redacción y se realizan con esfuerzo, es reiterado los casos de plagio de ideas por parte de varios medios.
El Ineos Grenadiers puede respirar tranquilo, pues es evidente que vuelven a tener a un Egan Bernal que les da resultados, que intenta hacer lo mejor que puede para darle a un equipo en crisis, los buenos resultados han llegado, podios y hasta una general, trabajando para Carlos Rodríguez en Romandía.
Ahora bien, la idea es seguir por ese camino. Un ciclista como Egan Bernal se exige a sí mismo y quiere evolucionar. Pero sus números lo avalan como el Egan de antes, el que ganó el Giro de Italia, el que logró el Tour de Francia.
Por eso es que la ilusión se activa, es clave este aspecto para seguir trabajando a favor del hombre de Zipaquirá, solo que hay un problema, esos números que marca Egan ya no son suficientes, ya no marcan la diferencia.
Al toparse con corredores como Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, Evenepoel, Roglic, entre otros, Bernal a pesar de inclusive, mejorar sus registros, se ve rezagado ante ellos. Es esencial que haya algún entrenamiento que le permita al colombiano estar a esa altura.
Ese es el problema a resolver, por fortuna hay tiempo y formas de hacerlo, teniendo en cuenta que su cuerpo está respondiendo. Subir el nivel, aumentar los números, el reto de Egan Bernal, que es el de antes, pero que necesita mucho más.