Simon Yates dijo que todos sus rivales debían tenerle miedo porque él era el máximo favorito. Sí, así fueron sus palabras y aseguró que preparó una revancha, una venganza durante 12 meses, luego de lo que le pasó en el 2018 con Chris Froome, en donde perdió la Maglia Rosa, a falta de 3 etapas.
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Pero este 2019 era el año de Yates, venía con una carga de confianza, lo suficientemente grande como para intimidar a sus rivales, alentado por su victoria en la Vuelta a España 2018. Por esta razón el británico, tal vez, no pensó en sus palabras y no dimensionó lo que sería el Giro.
Definitivamente son carreras diferentes y para mucho Italia es el terreno más complicado, aunque se adapta mejor a las condiciones de los latinoamericanos. Entonces Simon, con su equipo, empezó a mostrar una extraña flaqueza en la contrarreloj de la etapa 9, donde perdió más de 3 minutos con Roglic.
La montaña rezagó al británico, aunque tenía algunas recuperaciones, pero en definitiva el aire se le acabó, dejando muchas dudas sobre su capacidad, esa de la que tanto alardeó al principio y era inevitable analizar que sus palabras y su actitud fueron erróneas, pesaron más.
Al final, Yates se quedó, no soportó el ritmo y al final vio que su objetivo se lo llevaba Richard Carapaz. El compañero de Esteban Chaves terminó octavo, sin victorias y con un aprendizaje muy grande. Al final muchos determinaron que la gran decepción del Giro fue Yates, pero él tiene otra concepto:
«Fue un Giro muy decepcionante para mí personalmente, aunque decepcionante no es la palabra correcta, el desgarrador es más preciso».
«Puse mucho esfuerzo en esto, mucho tiempo y simplemente no ha sido como esperaba. Está bien, siempre hay otro Giro, otro año y volveré en algún momento e intentaré de nuevo. Siempre podemos aprender y lo haremos en el futuro.
«El equipo fue genial. Sin duda, uno de los mejores que he experimentado en un Grand Tour. Realmente conté con su apoyo desde el primer día y durante las tres semanas completas, los muchachos estuvieron allí para ayudarme», dijo Yates.
«Nunca estuve solo en ningún momento, ya sea en el piso con los hombres más grandes o en una escalada con los escaladores, fueron realmente increíbles», finalizó el británico.
¿Fue la decepción del Giro?
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