Egan Bernal contó una de esas anécdotas que pasan a la historia, que puede ser digna de una biografía, que seguramente saldrá en unos años, pues el de Zipaquirá pensó que había «tumbado» al Androni, su primer equipo.
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Pero todo deviene a partir de la profesionalidad y de la buena fe del colombiano, que en una entrevista con Fedeciclismo, contó sus primeras experiencias en el ciclismo de ruta.
Somos afortunados de asistir a la creación y camino de uno de los grandes ciclistas colombianos que ya demostró lo que podía hacer, campeón del Tour de Francia 2019 y primer colombiano y latinoamericano en hacerlo.
Poco a poco sus historias, cuando todavía transitaba lo anónimo, lo poco famoso, cobrarán mucho interés, pues de esa manera se encuentran las conexiones que forjarán la gran historia de un personaje que ya es admirado.
Las nuevas generaciones podrán verse inspiradas por la figura de Bernal. De hecho, ya lo hacen y a medida que la historia se vaya completando, mayor será la irrupción del de Zipaquirá en diferentes vidas. Esta, es una de esas historias, cortas, pero imteresantes.
Egan pensó que había «tumbado» a su primer equipo, el Androni
«Yo dije, qué tumbada la que les pegué», dice en una parte del relato Bernal, quien se remitió a su primera prueba en el ciclismo de ruta, posterior a que el Androni Giocatelli lo fichara.
Fue en el Tour del Mediterráneo, una de sus carreras más complicadas en lo que lleva de carrera. Antes, Egan practicó el montain bike o ciclomontañismo y el equipo italiano, dirigido por el visionario Gianni Savio, fichó al cundinamarqués sin que tuviera experiencia en ruta.
El contrato fue por varios años. Las primeras instrucciones de Bernal, las recibió con Camilo Castiblanco, ciclista colombiano del Team Illuminate, que fue en su momento, ejemplo a seguir para Egan.
Castiblanco, con experiencia en el Tour de Mediterráneo, avisó a Egan sobre el clima y la dureza del recorrido, por lo que le dio algunos consejos.
Egan, cuando lo entrevistaba Fedeciclismo contó: «Las etapas planas eran muy complicadas, Camilo me decía que tomara aire y de un solo impulso llegara a la próxima rotonda y volviera a tomar aire».
«Hubo mucho viento, mucho frío. Yo llegué a la primera etapa en mi ciclo como rutero y dije, ‘esto es muy duro’ y yo tenía miedo. Yo pensé que le había pegado semejante tumbada al equipo porque me ficharon por 5 años y yo sufrí mucho ese día, pensé que no era bueno para el ciclismo de ruta», contó Egan.
Ya todos sabemos que no es bueno, sino excepcional y su camino sigue.
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