El ciclismo colombiano en 2023 inició con un golpe tremendo, algo que no se había dado hace mucho tiempo y que demuestra que por un lado, hay crisis a nivel local y también, que Europa, donde se centra la élite de este deporte, comienza a perder interés en nuestros talentos… se puede revocar la historia.
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Hay quienes dicen que no hay crisis, que se mantiene una buena camada de colombianos en Europa, siendo protagonistas. Y sí, la verdad es que sí hay nombres importantes que en 2023 seguramente van a traer algún tipo de victorias o alegrías… ilusiones al menos.
Los usuales: Egan, Sergio, Daniel, Urán, Buitrago y ya. Es que, hasta un Nairo y un López la tienen complicada para este año con todo lo que ha pasado en sus carreras, en tan solo una temporada, donde se les volcó en contra una serie de situaciones que los tiene sin equipo y con chances más altas de correr en Colombia que en Europa.
Pero eso es mirando hacia afuera. Si giramos y nos quedamos viendo hacia lo local, las cosas no pintan bien para este 2023. Era frecuente el tener noticias de talentos colombianos fichando por ProTeam, por WorldTour, como por ejemplo Jesús David Peña, Santiago Umba, Diego Camargo, pero para esta temporada, ningún ciclista colombiano salió del país con destino a la élite… es más, se devolvieron.
El dato que demuestra que Europa comienza a perder interés en el ciclismo colombiano
De los 15 corredores colombianos en el 2022 que militaban en bloques ProTeam, en el 2023 solo habrá 3. Este fenómeno negativo se debe al bajo rendimiento de varios de ellos y una debacle económica por parte del Drone Hopper Andronio Giocatolli que albergaba a varios colombianos y le tocó devolverse al país en busca de opciones económicas.
Eran 20 WorldTour el año pasado, en este serán 15 y llama la atención el regreso de Alejandro Osorio, uno de los pocos que en el 2021 había fichado por un WorldTour, pero que por actos de indisciplina el Bahrain Victorious le rescindió el contrato; Daniel Arroyave es otro caso, no pudo seguir en el EF.
Lo anterior, sumado al hecho que no hay ningún ciclista que haya salido del país para Europa, para alguna de las divisiones más importantes, genera preocupación pues se denota una falta de interés, ahondado por procesos que han resultado un desastre, mostrando que el ciclismo colombiano está en manos equivocadas.