Las palabras de un ciclista del Movistar que no gustará al equipo. El equipo telefónico se encuentra en una etapa de transición bastante abrupta, podría decirse, en la que mucho de los corredores principales que estaban, se fueron.
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Sí, el cambio fue brusco. De pasar a tener hasta 4 líderes, en este momento hay solo 1 y en el 2020 llegará otro, con la esperanza que uno más pueda asumir las responsabilidades de dicha carga.
Salió Quintana, Landa, Carapaz, se mantuvo Valverde y llegó Mas… Marc Soler tiene la oportunidad de demostrar que puede ser líder. Pero todavía hay más de un lío al interior del equipo.
Hay otro pedalista que quiere seguir los pasos de Nairo, de Richard, de Winner, de los que se han ido y que protagoniza un enredón que ha marcado una separación entre Eusebio Unzué y Giuseppe Aqcuadro, uno de los agentes de ciclistas más importantes.
Se trata del tico Andrey Amador, quien hace meses anunció su renovación con el Movistar Team, pero unos días después decidió romper ese acuerdo e intentar fichar por el Ineos, pero lo anterior todavía no es seguro.
Las palabras de un ciclista del Movistar que no gustará al equipo
Esto ha dejado un extraño hueco en este caso, pues las relaciones Aqcuadro-Movistar están prácticamente rotas, Andrey no llega todavía al Ineos y el Movistar no le dejará irse tan fácilmente.
En una entrevista a joanseguidor.com, Amador aseguró algo que seguirá haciendo mella en el Movistar:
«Claro que quiero ir al Team Ineos, ahora la situación es incierta pero necesito aires nuevos, nuevas metas y objetivos», dijo el tico.
«Guardo con cariño estos diez años en Movistar, eso me lo llevo para siempre, pero necesito un cambio. Ojalá la situación se aclare en breve. Ineos es el orden, el equipo referente, desde que entraron, desde el Sky. Han aportado un gran salto tecnológico a este deporte y revolucionado la forma de hacer las cosas», aseguró Amador, apreciando al Movistar, pero dejando claro su admiración al equipo de Egan.
Y finalmente concluyó que:
«Admiramos esa forma de dominar el Tour de Francia, que es la carrera más difícil de controlar. Llegan los ocho perfectos, dominan la situación, no se desesperan, piensan en el colectivo antes que en el corredor, todos juntos, no se pisan entre ellos».
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