La etapa 4 de la Tirreno-Adriático 2020, dejó un sustancioso resumen, donde el Ineos Grenadiers, pasó de buenas a malas noticias, durante los kilómetros finales.
La etapa inició con una fuga de 11 ciclistas, que tomaron más de un minuto de ventaja sobre el pelotón. Mientras tanto, Michael Woods y Fugslsang, comandaban el grupo perseguidor.
Posteriormente, a 80 kilómetros de la meta, la fuga tomaba una mayor ventaja, abriendo una importante brecha de 3 minutos, pero la cabeza de carrera, perdía a Bouchard, de manera que solo 10 ciclistas continuaron adelante.
La fuga tomaba cada vez mejor ritmo y llegaron con una renta de un poco más de 3 minutos a las primeras rampas de la competencia, donde empezó la división en la cabeza de grupo y el AG2R tomaba protagonismo.
Sin embargo, a 52 kilómetros de la meta, el pelotón empezó a hacer movimientos, donde Rui Costa y Louis Mentjes, redujeron el tiempo en torno a la fuga, generando la duda sobre si los alcanzarían.
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Kilómetros finales de la Tirreno-Adriático 2020
a 37 kilómetros de la meta, el pelotón ya había rebajado a un minuto y medio la distancia de la fuga, mientras tanto, Mattthews, coronaba el segundo puerto del día.
Gracias a las características de la etapa 4 de la Tirreno-Adriático 2020, todo se empezó a definir, en resumen, en el el último descenso. Así, a 13 kilómetros de la meta, parte de la fuga fue neutralizada, en gran parte, gracias al trabajo del Ineos Grenadiers, quienes comandaron el pelotón.
Aunque el equipo británico, parecía tener un buen día, la perspectiva cambió tras una caída de Chris Froome, en el descenso.
Mientras tanto, Simon Yates lanzó un ataque, el cual respondió Geraint Thomas y Michael Woods, en un intento de alcanzar a los cinco ciclistas que seguían en fuga. Pero finalmente, 15 segundos de ventaja, dejaron a Lucas Hamilton como ganador, dando la sorpresa en la Tirreno-Adriático 2020.
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