Tom Dumoulin se retiró del Giro de Italia luego que en la etapa 4 se fuera al suelo a pocos kilómetros de la meta. El líder del Sunweb terminó en una canaleta a la orilla del sendero y en el impacto, su rodilla terminó machacada, a tal punto de no dejarlo retomar el ritmo que llevaba, perdiendo más de 4 minutos con los favoritos.
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Al otro día, el holandés se presentó al inicio de la jornada 5, seguramente para probar cómo estaba la rodilla, pero luego de 3 km, se bajó de la bicicleta y se subió al automóvil de su equipo, oficialmente el campeón del Giro 2017 y el subcampeón del 2018 se retiraba de la competencia… para muchos, el campeón de esta edición.
Pero la carrera seguía y afuera de ella, Tom vivía un drama silencioso, que pocos conocían porque su atención estaba enfocado en la carrera. Sin embargo, Dumoulin apagó radios, televisores y respiró profundo, cerrando los ojos, enclaustrado en su frustración y empacó sus maletas, para devolverse a casa… «No estaba preparado para regresar a casa».
«Para mí es terrible. Meses y semanas de preparación y dedicación para este Giro y en un momento se terminó. No es como quería que fuera, por supuesto, pero es como es. No sé cómo es de grave la lesión, solo sabemos que no se ha roto nada y probablemente se hinchará por unos días, pero hay que verlo. Por ahora solo descansaré y veré cómo va», dijo Tom, pero más adelante desdeñó con más detalle sus emociones.
«Vine aquí para vivir una aventura de tres semanas y quería terminarla, no estoy preparado para irme a casa. Me subí al rodillo en mi habitación y estaba bastante bien, pero cuando me puse de pie sobre los pedales, me dolía mucho la rodilla. También lo probé sentado, pero eso tampoco funcionó, podía girar las piernas pero no apretar los pedales», finalizó Dumoulin.
Pero las cosas son como son y no como uno quiere… a veces las cosas son como uno quiere pero son contadas las veces que así sucede, tal vez por eso la vida se construye a base de momentos y los más especiales son aquellos que son más difíciles de encontrar y esta vez Tom no la halló.
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