La etapa 11 del Tour de France fue una de las más duras y exigentes para todo el pelotón, incluyendo desde al ganador de etapa, Wout Van Aert, los favoritos que se disputan el título de la Grand Boucle y hasta los corredores que llegaron a más de 40 minutos del campeón nacional belga.
Dentro de los que hacían parte del top 10 de la general, varios ciclistas mostraron síntomas de debilidad en el segundo ascenso al Mont Ventoux como es el caso de Enric Mas, el francés David Gaudu y el que hasta hoy era segundo de la general, Ben O’Connor.
Los jefes de fila más fuertes del día entre los favoritos fueron Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard, Rigoberto Urán y Richard Carapaz. Sin embargo, entre ellos también hubo diferencias y el más fuerte de ellos fue Vingegaard, curiosamente el que menos se esperaba ver en la pelea.
El joven del Jumbo Visma heredó el liderato del equipo tras el retiro de Primoz Roglic y no ha desentonado hasta el momento. Con su ataque de hoy logró abrir una diferencia momentanea con Pogacar, Urán y Carapaz, además de lograr lo que hasta hoy parecía imposible: hacer lucir vulnerable al campeón vigente y líder actual del Tour de Francia 2021.
En toda la edición 2020 y en lo que se lleva de 2021 no se había visto una versión así de Pogacar. La superioridad que ha mostrado en la primera semana del Tour desmotiva a los demás favoritos que no ven cómo darle la vuelta a la situación. Sin embargo, Vingegaard mostró el camino que él, Carapaz y sobre todo Rigoberto Urán deben seguir si quieren ganar el Tour de Francia 2021.
De los tres, Urán es el que más cerca se encuentra de Pogacar en la clasificación general. Aunque sea una diferencia de más de 5 minutos, hasta que no se termine la contrarreloj de la etapa 20 siempre hay posibilidades de descontar tiempo, pero hay que hacer el intento de atacar.
Hasta el momento el colombiano no ha realizado ningún ataque en el presente Tour, dejando todas las acciones ofensivas en manos de Carapaz, Pogacar y ahora Vingegaard, nuevo contendiente en la lucha por el podio.
En el papel, todavía quedan 4 o 5 etapas donde el terreno se presta para atacar, y es lo que Urán debe hacer si quiere de verdad vestirse de líder o por lo menos incomodar al esloveno. No puede esperar a la contrarreloj porque si bien es uno de sus puntos fuertes, Pogacar es mucho mejor y es imposible recortarle 5 minutos en esa crono.
Vingegaard mostró, pese a que después fuera capturado con el descenso del Mont Ventoux, que al esloveno se le gana atacándolo por más fuerte que haya podido lucir. El danés no pierde nada con atacar y Urán tampoco lo perderá. Por el contrario, hay mucho que ganar si Pogacar llega a quebrarse y empieza a dejar minutos en el camino.
