Egan Bernal inició su carrera en el ciclismo de ruta en el Androni Giocatelli, equipo de Gianni Savio y allí aprendió las bases de su hoy profesión, pero claro, tuvo que aprender y un día recibió un tremendo regaño.
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¿Y quién no ha tenido errores de principiante? Todos, en cada uno de sus roles. Ha ce parte del aprendizaje normal de cualquier persona y el equivocarse es un acto sumamente natural.
Sin embargo, también existe la terquedad, porque puede que te digan que por ahí no es la cosa, que mejor espera, que mejor haz esto, pero sientes tener la razón y te lanzas a hacer todo con tus convicciones.
Pero allí es cuando se acierta o se falla. Y cuando se falla, por supuesto hay que asumir las consecuencias de los errores y de la terquedad, pero cuando eres joven, tiendes a ver las cosas de otra manera.
Este tipo de vivencias las vivió Egan en el Androni Giocatelli, su primer equipo, donde claro, tenía que tener un poco de control, sabe cómo correr y eso acarreó uno que otro regaño.
El regaño del Androni a Egan en sus primeros años
Esta vez, fue en la Copa Bartali. Egan con el uniforme rojo ya estaba un poco más curtido, con sus primera experiencias dentro del pelotón y conociendo sus límites, pero también, desafiándolos.
En una de esas etapas, necesitaba irse al ritmo de Mikel Landa, quien estaba con el Sky en esa época y Egan no sabía si podía resistir tal cadencia, pero lo logró. Se sentía bien, lo suficiente como para ir adelante.
En la interna del equipo le decían que esperara, que no acelerara. Pero Bernal insistía, quería irse adelante, tomar la fuga e intentar la victoria. Al final y luego de varios llamados, dejaron a Egan atacar.
En la bajada se fue con la fuga, pero, infortunadamente se cayó y su equipo perdió la posibilidad, no solo de ir por la victoria, sino de algo más. Y por supuesto el regaño en el bus, una vez terminada la etapa fue muy fuerte.
Así lo contó Egan en una entrevista a Fedeciclismo
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