Primoz Roglic tiene una gran ventaja sobre sus rivales. Dicha ventaja la consiguió en las contrarrelojes y ahora vendrá la montaña, terreno en la que el esloveno tendrá que defenderse de ahora en adelante porque los ataques en montaña serán constantes y, literalmente, tendrá el Giro cuesta arriba.
Puedes leer: ESTEBAN CHAVES: COLOMBIA CELEBRA SU RECUPERACIÓN
En la etapa 12 se empezaron a ver las intenciones en montaña. Miguel Ángel López y Mikel Landa fueron los que propusieron y arrancaron 29 segundos a Yates, Roglic y Nibali y aunque ellos digan que no fue algo significativo, el triunfo moral del líder del Astana y el del Movistar, fue grande.
Se probaron piernas y al parecer Roglic se limitó a seguir a Nibali y a Yates y sus respectivos equipos, tratando de ahorrar la mejor energía, ante la falta de gregarios del Jumbo Visma. Pero el esloveno confesó qué fue lo que le pasó hoy:
«Fue la primera gran escalada. No me sentía muy bien, así que no iba a atacar e ir solo, pero al final estuvo bien. Hemos tenido muchos días de descanso y es difícil correr de nuevo, pero hoy empezamos, dejando ver que le afectó la falta de ritmo, aunque puede que la montaña haya hecho estragos.
«Pero fui lo suficientemente bueno como para quedarme con los otros muchachos. Fue bueno hacer una escalada, calentarme para las escalas más grandes«, asegurando que las próximas escaladas no lo verán en la parte de atrás, aunque tendrá que enfrentarse a las inclinaciones más fuertes en subidas de, probablemente, más de una hora.
Y frente a lo hecho por López y Landa aseguró que: «Para mí estuvo bien, no fue un gran problema. Fueron fuertes, por lo que no me importó que atacaran».
Puedes leer:
Perico Delgado y la gran reflexión que aplica a los críticos de Nairo Quintana