Miguel Ángel López es uno de los llamados a ser protagonista en el Giro de Italia… no le vamos a poner una carga tan pesada y no diremos que esta llamado a ganarlo, pero para muchos es así, lo cual es bueno y es malo. Bueno porque muestra la calidad de corredor que es, malo porque aun es joven y tiene mucho para aprender.
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Pero es que su manera de correr tan de Contador, con esos ataques, con esos arranques y esa permanencia en el pedaleo que lo van emocionando a uno a medida que se va separando, da para que uno se ilusiones, pero el de Pesca tiene algo que le falta y algo que puede corregir para ser aun más letal.
Sí, pareciera que el colombiano ya esta listo para el reto y de hecho lo esta, pero existe una característica que puede pulir, que puede mejorar y son los ataques finales, le falta un poco al colombiano, necesita, tal vez, explotar mejor ese momento que le quitó, por ejemplo, triunfos en la Vuelta a Catalunya y en Vuelta a España.
Antes que empiecen las críticas, a esto me refiero:
Y bueno, el colombiano ha ganado etapas en la Vuelta a España, como en el 2017, es verdad, pero la gran diferencia es que no iba en calidad de líder y esta vez, todos lo observan, todos lo miden, por lo que esta clase de errores los puede pagar.
De hecho, Lucho Herrera, primer ganador colombiano dela Vuelta a España respalda esta idea y dice que:
“Le falta aguantar más en los momentos más difíciles y en las subidas claves, pero eso es algo que se va adquiriendo y más si el equipo lo está respaldando. Como te dije, Miguel ya se conoce a él mismo y ya tiene la posibilidad de estar manejando su escuadra. Esta es una gran oportunidad para que siga cosechando triunfos”.
Pues bien, personalmente creo que veremos al mejor López, con motivación, con madurez y con la energía ideal… solo le falta la cereza al postre y debe ser más explosivo. Puede ser una cuestión de paciencia, de energías, de preparación, de mentalidad, pero todo se puede corregir.
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