Mikel Landa por fin puede volver a respirar aires de triunfo, el español corta una terrible racha que data del 2017, luego de haber coronado en la Vuelta a Burgos 2021, donde se ubicó primero en la clasificación general.
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El español ha sido esa gran apuesta para su país, que no ha llegado a confirmarse, no al menos hasta ahora. Cuando salió tercero en el Giro de Italia 2015, parecía que un heredero de Alberto Contador había nacido.
Sin embargo, no fue así. Cada vez que Mikel sonaba para alguna carrera, pasaba algo, o era gregario o se caía o tenía algún problema. Pero la ilusión renacía cuando estaba en la formación de alguna competencia, siempre partía como favorito.
Desde el 2017 que sus equipos, sus seguidores, su país y él mismo, estaban esperando eso que se dio en la Vuelta a Burgos 2021, una carrera que le sonríe, que le favorece, que le hace ver el ciclismo de esa manera… en términos generales, que le renueva.
Y es que en este escenario, Mikel se ha vuelto fuerte de nuevo, le da motivos al famoso ‘landismo’ para seguir creyendo en él y en esa victoria épica. En esta edición supo vencer a un Romain Bardet que le pasó bastante mal.
Pero además del francés, el líder del Bahrain Victorious superó a Egan Bernal, a Einer Rubio, a Simon Yates y a Fabio Aru, entre otros. Este triunfo no solo le significa llevarse un galardón y renovar las esperanzas, sino también cortar una mala racha.
Fue en 2017, exactamente el 5 de agosto de ese año, la última vez que Mikel consiguió un triunfo en un general de una carrera importante y fue precisamente en una Vuelta a Burgos. Entonces, contamos que Landa cortó una racha de casi 3 años, sin triunfos importantes, mucho tiempo para un corredor que se ha batido como líder en varios equipos.
Ahora, Landa se prepara para irse a la Vuelta a España, donde partirá como uno de los hombres a tener en cuenta, pues va por la clasificación general.