Desde el 2020 que la película se ha repetido, hubo un aviso en el 2019 con Primoz Roglic, pero la historia se ha escrito con regularidad desde hace tres años y parece que no va a parar, Eslovenia vuelve a reinar en el ciclismo… otra vez.
Hubo un bache en el 2022. El año pasado ni Tadej Pogacar, ni Primoz Roglic ganaron una gran vuelta y parecía que podría haber cesado esa ola imponente que ha venido arrasando con todo lo que se le pone en frente y se lo lleva a Eslovenia.
En el 2019 Primoz inició con una Vuelta a España y Tadej fue tercero, despertaba el monstruo. En el 2020 fue el Tour de Francia y la Vuelta a España, en el 2021 lo mismo, el dominio es muy superior, bastante. Tadej Pogacar y Primoz Roglic lo manejan todo, lo dominan todo, entre ellos se pueden vencer.
En un momento dado se pensó que Jonas Vingegaard podría ser la piedra en el zapato de ellos, el que acabaría con eso y descubriría una nueva era… pero parece que no, el Tour de Francia 2022 del danés podría ser solo un espejismo.
Si se da una opinión de los niveles que hay, Pogacar se lleva a todos por delante y por mucho, incluyendo a propio Vingegaard en este 2023. Una vez más apuntaron a dos de las carreras de una semana más importantes: Tirreno Adriático y París Niza.
El año pasado lo hicieron igual, ganaron en ambas, pero el del UAE en Italia y el del Jumbo en Francia. Colombia lo hizo en el 2017 con Sergio Henao y Nairo Quintana, pero ahora todos los ojos están en este país, que no deja de cosechar triunfos.
Si esto pasa en las grandes vueltas, lo único que hay que hacer es mirar quién le puede hacer peso a ellos. En el Giro con Roglic, tal vez un Evenepoel o un Thomas… pero no da la sensación. En el Tour, con Pogacar, Vingegaard parte con buenas chances, tal vez un Carapaz, un Martínez o un Egan… pero tampoco da la sensación.
Hay que prepararse para otro año de mucho protagonismo esloveno e inclusive, se puede estar hablando de un soliloquio en varias competencias donde o Tadej o Primoz aparezcan.
