Miguel Ángel López terminó una buena actuación en el Giro de Italia, aunque para sus ambiciones no fue el mejor… tampoco la suerte lo acompañó: 3 averías mecánicas y un aficionado atravesado no estaban en sus planes (en los de nadie) y su estado de forma no fue el mejor.
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Él quería la rosa, era evidente. Luego de su tercer lugar en el 2018, su gran ambición era estar en la parte más arriba del podio. Sin embargo esta vez no fue, esta vez tuvo que quedarse con la Maglia blanca de mejor joven y un séptimo lugar. Está feliz, no hay duda de eso.
El estar en un top 10 de una gran vuelta es meritorio, pero las ambiciones de López lo obligan a estar en otra posición. Pero López tiene 25 años y su potencial es asombroso, tal vez uno de los mejores del pelotón. Pero la competencia es tan férrea que cada día sale un corredor nuevo, con grandes aptitudes, como esta vez lo hizo Carapaz, aunque en el 2018 avisó.
«No ha sido muy buena la actuación, no esperábamos esto, pero no fue por problemas físicos o que no tuve piernas, ha sido más por mala fortuna y me voy tranquilo porque di guerra y di lo mejor», dijo el colombiano.
Pero Superman es conocido por ser uno de los ciclistas más valientes y su personalidad no cambia por una derrota. Por esa razón ha hecho una arriesgada apuesta, disfrazada de promesa: “Cuando vuelva al Giro de Italia será para subir a lo más alto del podio”.
López tiene mucho que aprender, pero su potencial es enorme, tendrá que prepararse mejor, pero con tan solo 25 años, el futuro esta adelante, depende él y con su capacidad, esa promesa estará muy cerca de cumplirse.
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