Matteo Jorgenson volvió a la victoria este miércoles durante la clásica de adoquines Dwars door Vlaanderen 2024 y con esto deja mal parado al Movistar Team, escuadra a la que perteneció hasta la pasada temporada 2023 y la cual criticó de manera vehemente.
El pedalista estadounidense ha tenido un arranque de temporada de ensueño con las dos victorias que ha logrado hasta el momento con el Visma Lease a Bike, equipo al que llegó este 2024 y con el que además ha podido demostrar su verdadero nivel como ciclista a sus 24 años.
Jorgenson en lo que va de temporada se alzó con el título de la París Niza con una muestra de estrategia y fortaleza en diferentes terrenos, pero también contra rivales del calibre de Remco Evenepoel y Brandon McNulty, segundo y tercero en la general respectivamente.
Después logró un quinto puesto en la E3 Saxo Classic, para finalmente demostrar que es un todoterreno en la Dwars door Vlaanderen en donde quedó campeón en solitario.
Todo esto, quizás, le da la razón frente a las duras críticas que le hizo a su anterior escuadra Movistar Team en donde estuvo cuatro temporadas.
El norteamericano comentó en su paso al Visma: “Me he marchado del Movistar ya que sólo quería estar en un equipo en el pudiese alcanzar mi nivel más alto. Eso es lo que más me interesa en este momento de mi carrera, todavía soy joven y tengo mucho margen de progresión», dijo a finales de 2023 al portal Cyclingnews.
Esto deja ver que el joven pedalista se sintió estancado con los métodos que se utilizan en el equipo español para entrenar. Según siguió comentando en el portal de ciclismo inglés en Movistar Team tenía que hacerse cargo económicamente de algunos gastos de entrenamiento, por lo que celebró llegar al Visma Lease a Bike y tener asegurados esos ítems de más que le «generaban estrés».
Así las cosas, Movistar Team dejó ir a una de las muy probables joyas del ciclismo actual, que se proyecta en todos los terrenos y quizás para ser quien le plante cara a Pogacar y otros corredores relevante en clásicas y vueltas por etapas. Mal parados sí quedaron los telefónicos con este caso de Jorgenson.
