Una sonrisa que invadía al mundo se vio apagada por unos meses. Era esa sonrisa típica del ciclismo, que se había convertido en símbolo de la alegría de este deporte. De un momento a otro, ese gesto se extravió por una enfermedad y hoy, luego de muchos meses de lucha, volvió. Regresó la sonrisa de Esteban Chaves.
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Luego de un 2016 de ensueño, en el que el colombiano quedó segundo del Giro de Italia y tercero de la Vuelta a España, las ilusiones se iban arriba con un ciclista bogotano que demostraba que era otro de esos escaladores con posibilidad de sorprender al mundo.
En el Giro donde ocupó podio, se encargó de poner en problemas a Vicenzo Nibali (hoy en competencia en el Giro de Italia), quien hasta las últimas etapas, pudo superar al colombiano, logrando ganarle la Maglia Rosa en el ascenso de Risoul. El colombiano, con su sonrisa, subió al segundo puesto del podio.
En la Vuelta a España, la que ganó Nairo Quintana, Chaves se metió en la pelea todo el tiempo y en ocasiones incomodó a Froome y a su compatriota. Pero el real duelo fue ante Alberto Contador, en la que en las etapas de remate, el de Bogotá le quitó el podio, dejando en los puestos más alto a Quintana, Froome y Chaves, respectivamente.
La enfermedad de Esteban Chaves
En 2017, cuando los Campeonatos Nacionales de Ruta de Colombia se promocionaban con su imagen y era el ciclista estrella de la competencia, una tendinitis en la rodilla lo alejó de la carrera que ganaría Sergio Luis Henao. Sin embargo, la lesión fue más allá y afectó su participación en varias carreras. La sonrisa empezaba a desaparecer.
Fue en el Tour de Francia de 2017 cuando el colombiano experimentó un importante bajón. Terminó a más de 2 horas del campeón Chris Froome y de allí para adelante, la crisis iba creciendo cada vez más.
En el 2018, cuando parecía levantar ánimos y dejar la tendinitis atrás, Chaves inició con el pie derecho, ganando el Herald Sun Tour. Su recuperación parecía encaminada en el Giro de ese año cuando en el ascenso a Etna, cruzó en el primer puesto, por delante de Simon Yates, en un gran trabajo de equipo.
En ese mismo Giro, el colombiano experimentó su segundo bajón que hasta ese momento no se sabía. Luego de su victoria, en una etapa perdió 30 minutos y al final de la competencia, estaría a más de 3 horas de Chris Froome, campeón de esa edición, confirmando que Chaves no era el que todos conocíamos y que su sonrisa se escondería por un buen tiempo.
Se le diagnostico Mononucleosis, una enfermedad que le quitaba energía y que debía manejarse con cuidado. El Giro de Italia fue la última carrera que disputó ese año. Luego de ello, empezaría su recuperación.
La recuperación
Italia ha sido tierra buena para Chaves y allí ha tenido sus mejores días. Por ello, en 2019 y luego de una recuperación cuidadosa y un entrenamiento constante, Esteban Chaves ha recuperado la sonrisa. Pero esto representa más que solo un corredor que vuelve a la competencia.
Para Colombia significa alegría, significa la oportunidad de poder ver nuevamente a un buen nivel a un pedalista con talento y mucha fuerza, destinado nuevamente a optar por grandes carreras, tener oportunidades allí, demostrar que puede ir al pie de los grandes y seguir controlando la mononucleosis.
Este Giro de Italia 2019 ha visto nuevamente los dientes de Chaves, la felicidad que imprime, el frescor de su pedaleo y su esfuerzo. Ha respondido al equipo, se mantiene con aquellos que tienen oportunidad de ir por la carrera y aparentemente es la segunda carta del Mitchelton Scott.
Lo importante es que Esteban Chaves luce recuperado y eso es, realmente, un gran alivio para el país.
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