Del caso Nairo Quintana, quedó una infortunada lección y eso parece que se extendió a todo el pelotón, a todo el ciclismo, sin importar la disciplina, pues al final hay que enfrentar a la UCI, al TAS y otros entes que tienen el poder, precisamente por ello, un ciclista suspendido por dopaje no apelará su decisión a pesar de saberse inocente.
Lo que ha pasado con Nairo Quintana, nadie lo quiere repetir. El colombiano se reveló ante la UCI, el TAS y otros entes y esto no gustó. Fue positivo por tramadol, pero quiso defenderse, exponer errores, incongruencias y en vez de hallar solución, hubo hundimiento, crisis… todo mal.
Esto marca un precedente, que básicamente se resume a «no te metas con nosotros, porque lo pagarás, acepta y calla». Esa lección se aprendió. Nairo está en crisis, sin equipo y el ejemplo se dio. Esta vez Toon Aerts, corredor de Mountain Bike, decidió no apelar su sanción de dos años que impuso la UCI, por consumo de ‘letrozol’.
«Aquí estamos. Después de un año y medio de disputas legales, ahora retratado como un tramposo. Duele y no me parece bien. Quiero responder por última vez a la sentencia de la UCI. Estuve trabajando muy duro de cara a los primeros carreras. Las sensaciones mejoraban semana a semana, el placer volvía… Y de repente recibí el mensaje de que un día después llegaría la sentencia»
«Un año y medio tuve que esperar este veredicto. Puede que haya tecleado la palabra letrozol en Google 5.000 veces durante ese período… con la esperanza de llegar, después de todo, a la pieza que faltaba en el rompecabezas. Pero no la encontramos. ¿De dónde diablos salió eso? Todavía no sé exactamente cómo llegó esto a mi cuerpo. Pero no puedo culparme a mí mismo. Le dediqué miles de euros, visité varias universidades, hice redactar varios informes por expertos científicos… Y mientras tanto, seguí corriendo, montando en bicicleta y dando clases», aseguró Toon Aerts en un comunicado.
