Fue en el 2020 cuando Tom Dumoulin cambión el Team Sunweb (o DSM actualmente) y fichó por el Jumbo Visma (conocido actualmente como el Visma Lease a Bike), nadie hubiese pensado ese era el comienzo del fin para un talentoso pedalista, pero fue así, el neerlandés confiesa el calvario que vivió en ese equipo.
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Salió campeón del Giro de Italia 2017, le ganó a Nairo Quintana en esa lucha directa, Dumoulin se estaba erigiendo como uno de los vueltómanos a tener en cuenta de la época. Inclusive, en el 2018 quedó segundo en el Tour de Francia.
Así que, con esos impresionantes registros fichó por el Jumbo Visma y todo parecía seguro, se intuía que era un paso correcto y que se iban a potenciar los resultados. Infortunadamente no fue así, inclusive, fue todo lo contrario.
Tom tuvo caídas, tuvo fuertes depresiones, tuvo que apartarse, mentalizarse, volver a intentarlo y al final, retirarse del deporte, él mismo en una entrevista a la revista Mezza aseguró que:
“Me vi sepultado en arena cuando llegué al Jumbo-Visma. No me atrevía a admitirlo, pero me sentí fatal. Todo el equipo buscaba llegar a la cima e hicieron un gran trabajo, pero yo era el único que no se sentía bien, que tenía que luchar todo el rato”.
Un Dumoulin que reveló que se pensaba mucho en el equipo pero muy poco en los problemas individuales. “Era un ambiente donde no te podías sentir mal. Pensaron en el equipo, pero cuando estás pasando por un momento difícil, lo único que quieres es un abrazo. La gente me decía ‘Dios mío, Tom, veamos cómo podemos levantarte otra vez’. Tuve la sensación de que era que, como corría en el equipo por mucho dinero debía demostrar ciertas cosas. Tenían razón, pero conmigo no funcionó”.