Miguel Ángel López se encontraba de vacaciones con su familia en Disneylandia, en Estados Unidos y parecía el plan perfecto, pero lo que no se esperaba el hombre de Pesca, es que hasta allá llegara la Unión Ciclista Internacional a pedirle un examen antidoping, él lo hizo, pero ante los hechos el colombiano le habla duto a la UCI y les exige esto.
El caso sigue y escala otro nivel, Superman López quería estar alejado de la opinión pública hasta que no le dijeran algo de su sanción, que entró en vigor el pasado julio y que, según la UCI, argumentaba con base a adquisición de «potenciales pruebas» que incriminarían a Miguel en una trama de dopaje llamada Operación Ilex, liderada por el dr. Marcos Maynar.
Allí, la palabra «potencial» solo concluye que no es definitivo, que no las tienen y aún así lo decidieron suspender de toda actividad, hasta que haya una resolución final del caso. El tema es ese, no hay resolución, final, decisión, no hay nada.
La investigación sigue su curso. Pero lo que no se esperaba era que la UCI fuera a llegar hasta donde él se encuentra en Disney, con su familia y le pidiera hacerse una prueba antidoping. López no puso problema, colaboro, parece estar seguro de lo que ha hecho y no hubo lío… las vacaciones siguieron.
Pero antes de volver a Disney, el colombiano a su manera sí les fue diciendo a los de la UCI que aceleren su proceso, su investigación, que así como pueden llegar a interrumpir vacaciones, también podrían darle un punto final y tomar una decisión con él:
El tema es que el proceso amenaza con tomarse mucho más tiempo del que se cree y eso llega a ser una amenaza para la carrera deportiva de Superman López… hay que seguir esperando.