El compañero de entrenamiento de Danna Méndez, Juan Camilo Pardo, quien solía compartir en carretera junto a ella, contó con desgarradoras palabras lo sucedido en aquel trágico momento.
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En la mañana del domingo 25 de agosto, sucedió el lamentable hecho en la carretera que conduce desde el municipio de Duitama a Paipa, en el departamento de Boyacá, la joven promesa del ciclismo colombiano, perdería su vida a manos de un conductor sin escrúpulos.
Para ese fin de semana, como ya era costumbre, la joven ciclista huilense, salía desde temprano a entrenar junto con sus compañeros, su entrenador y sus padres, quienes le hacían el acompañamiento desde el auto.
Palabras de Juan Camilo, compañero de Danna Mendez:
Uno de sus compañeros ciclistas Juan Camilo Pardo, en una entrevista ante un medio local narró lo sucedido; estas fueron sus palabras:
«Llegando a Paipa, en la salida de Corinto, el conductor nos vio y se lanzó sin respetar los ciclistas ni el carro acompañante que eran los papás de Danna».
«El coductor nos hizo frenar, le reclamamos y bajó el vidrio con una actitud desafiante». aseguró Juan Camilo.
«Siguió detrás de nosotros, no respetó la distancia prudente, ni dejó pasar el carro acompañante, el conductor fue un imprudente, quizás Danna salvó las otras 6 vidas que iban con ella».
«Cuando él se nos atravezó, como veníamos 2 filas, algunos compañeros lo lograron pasar por la derecha, y yo para hacerle el reclamo, me fui por la izquierda, cuando hice el reclamo, el señor paró el caminión totalmente, bajó el vidrio y empezó a retarme».
«Seguimos con la ruta y el conductor no dejó pasar el carro acompañante, ahí fue cuando Danna resbaló y pasó el accidente».
«Lo que se escuchó fue el frenón del camión y la mamá de Danna gritando; la reacción de la mamá al ver su hija morir fue muy impactante».
«Al nosotros darnos la vuelta y ver a Danna ahí tirada, fue muy impresionante…aún no se asimila, tenerla junto a nosotros y 5 segundos después verla ahí…estoy impactado aún».
«Simplemente no sabíamos qué hacer… ayudar a la mamá porque estaba destrozada».
«El conductor al bajarse y ver eso, simplemente salió corriendo hacia unas tiendas que habían, y le volvimos a ver 3 horas después del accidente», concluyó.
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Nota del redactor:
Estos hechos son una muestra más de la cruda realidad que afrontan los ciclistas colombianos tanto en carretera, como ciudad; producto de una sociedad que no ha logrado convivir de manera altruística, en contra parte primando lo individual.
La vida es lo que prima, y la loable labor de estos deportistas colombianos ahora se ve afectada; pero no únicamente quienes se suben a una bicicleta profesionalmente, ya que los ‘ciclistas amateurs’ o citadinos, resultan ser los más perjudicados.
