El corredor cundinamarquéz del Education First, Daniel Martínez, volvió a entrenar luego de 60 días de confinamiento, relata que le costó volver a la bicicleta, pero sobre todo dejar atrás el rendimiento que mostró a principios de temporada.
Martínez concedió una entrevista a El Espectador, por supuesto, guardando todas las medidas y precauciones debidas. En ella fue sincero y contó principalmente que su pico de forma se fue, como él dice, a la basura por este parón ocasionado por la pandemia.
«Muy duro botar a la basura el trabajo hecho desde diciembre. Me sentía bien para la Vuelta a Cataluña, el País Vasco y el Critérium del Dauphiné, carreras en las que iba a participar al comienzo de mi temporada, pero con todo esto tocó frenar en seco y pensar en arrancar de nuevo».
Apesar de eso, retomó con las mismas ganas de siempre, aunque reconoce que le dio ‘la pájara’ en apenas unos 70 kilómetros recorridos, pocos, pero que lo hicieron padecer de regreso a su casa.
“Se me pasó por la cabeza llamar a mi mujer y decirle que bajara por mí, pero por fortuna pude llegar”. Su mala sensación lo preocupó. Sin embargo, el equipo dio un parte de tranquilidad, ya que un reinicio de actividades así es normal.
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Su calendario no esta hecho aún, pero sabe que correrá una grande: «Fijo sé que una grande, pero no sé cuál de las tres. Esperar a que se arregle primero lo del vuelo humanitario para llegar a Europa y después sí mirar adónde me mandan. Me gustaría el Tour, claro, pero si voy para el Giro también lo haría con agrado«.