Bernard Hinault es uno de los 4 ciclistas que ganó cinco veces el Tour de Francia, es una eminencia y de hecho es el último ciclista francés en lograrlo, por allá en 1985, parece como si le hubiese dado a su país una cruz, en vez de una alegría, pero lo ciierto es que Hinault salió en defensa de Tadej Pogacar, tras sendas críticas por su rendimiento en esta edición 111 de la ronda francesa.
Muchos creen que, por el alto rendimiento de Tadej Pogacar este año, donde hizo añicos a sus rivales no solo en el Tour de Francia, sino también en el Giro de Italia, el esloveno está dopado. No se creen que alguien en un estado natural haga lo que hace.
Y las especulaciones cada vez crecen más, en cuanto Tadej pasa la meta de primero, dando palazos a sus rivales de uno, dos minutos a los que más próximos tienen y de hasta 3 o 4 minutos a otros que se suponen tienen capacidades increíbles. Es claro que sorprende, pero aquello que también brilla mucho, genera una sombra grande.
Entonces, en redes lo han tildado de hacer cosas ilegales, no hay pruebas de ello, esa es la verdad. Y no se puede acusar hasta que se pruebe aquello de lo que se le señala. Aún así, las opiniones en contra son aplastantes para Pogacar que se dirige hacia el doblete Giro-Tour y a su tercer Tour de France.
Ante esta oleada de malos comentarios, aparece Hinault que sale en defensa del esloveno y se interroga, «¿por qué siempre tenemos dudas?», invitando a los aficionados a dejar de «cuestionarnos constantemente». «Esto es ridículo… ¿tenemos pruebas? Estas comparaciones -con Pantani o Armstrong- son estúpidas», dijo Bernard.
¡Todo es posible! Los tiempos son diferentes, al igual que las condiciones. Mucho ha cambiado desde Pantani: métodos de entrenamiento, equipamiento, nutrición… Pero las sospechas vuelven sistemáticamente en cuanto alguien destaca».
«En cuanto es extranjero, siempre hay que tener dudas… Quizás trabaja más duro que los demás. Hay que ponerlo todo de tu lado para ganar, y Pogacar hace lo necesario para ganar”.